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viernes, 14 de enero de 2011

LAS POBLACIONES DE TRUCHA COMUN AUTOCTONA EN ESPAÑA.

   En esta entrada os dejo este articulo que creo que merece la pena ser leído.   
Gracias a su autor don:( José Maria Blasco) por permitir difundir tan valioso articulo, muchas gracias otra vez.                                  

                   El ejemplo de Aragón y consideraciones de gestión




- La trucha común ibérica (Salmo trutta) es una especie considerada como Vulnerable en el Atlas y Libro Rojo de los peces continentales de España, y sus poblaciones se distribuyen en al menos cinco grandes grupos genéticos a nivel macrogeográfico: Cantábrico, Atlántico, Duero, Andaluz y Mediterráneo (Almodóvar, A. 2001. La trucha común hacia una nueva estrategia de conservación. En Atlas y Libro Rojo de los Peces Continentales de España. Ministerio de Medio Ambiente y CSIC. 364 pp.). A su vez, estos grupos pueden presentar un polimorfismo genético muy elevado a escala poblacional. Dada la gran compartimentación de nuestra red fluvial, España cuenta con un importante número de poblaciones de trucha genéticamente diferenciadas por su evolución en aislamiento reproductivo y la singular adaptación a tramos y condiciones fluviales específicas de cada cuenca. Estos ecotipos nativos constituyen un tesoro de biodiversidad irreemplazable, que sería preciso y prioritario identificar y preservar. Lamentablemente, nuestras poblaciones de trucha autóctona  están en franca regresión en Aragón y en el conjunto del Estado. Las causas de este declive son diversas, y algunos sugieren que podría ser consecuencia directa del cambio climático. Los problemas del hábitat (sobrexplotación de caudales, contaminación, etc) son, sin embargo, factores de suma relevancia.  Por otro lado, la Administración, en general, ha contemplado la pesca de trucha como una actividad puramente "deportiva" o económica (es decir, un recurso explotable), anteponiendo esta visión a la conservación como objetivo prioritario.  La presión actual de pesca sobre esta especie es muy elevada y existe un declive evidente de las poblaciones ibéricas de trucha, lo que recomienda que se tomen medidas urgentes. Sin embargo, muchas CCAA están posponiendo estas actuaciones o, lo que es más grave, tratando de suplir el déficit poblacional mediante repoblaciones masivas con truchas alóctonas (trucha arco iris -O. mykiis- y variedades de S. trutta de origen centroeuropeo). Además de ser insostenible medioambientalmente y muy costosa económicamente, esta actividad supone la vulneración de la legislación actual (Ley 42/2007 de Biodiversidad), por lo que varias CCAA están comenzando a implementar proyectos denominados de “recuperación” de la trucha autóctona. En Aragón, dicho proyecto se basa en la creación de “stocks” nativos de trucha adaptados a la cría en cautividad, con la finalidad de ser usados para repoblación. Por lo ya apuntado, tal actividad conlleva numerosos riesgos de índole medioambiental de similar o incluso mayor magnitud que los ocasionados por las repoblaciones con truchas alóctonas. Los más relevantes podrían resumirse en:

1- Selección de los "stocks". Por ejemplo, la estructura genética de la trucha común fue determinada en Aragón mediante un único marcador genético (polimorfismo del DNA mitocondrial mediante PCR-RFLP), que tiene el gran problema de confundir la distribución geográfica del marcador con la verdadera distribución geográfica de las poblaciones de trucha. Esta debería haberse trazado utilizando más marcadores genéticos para tratar de identificar los diferentes polimorfismos que definirían con más precisión las distintas variedades (ecotipos) de trucha autóctona. Además, la precisión de estos estudios depende de la metodología seguida. Por ejemplo, con la técnica usada -PCR/RFLP- solo identificamos 4 genotipos autóctonos. Sin embargo, secuenciado los fragmentos de DNA amplificados, más de 30 genotipos autóctonos fueron identificados en Aragón. 

2- Teniendo esto en consideración, la selección de ecotipos para generar el “stock” a adaptar a las granjas y usarlo para repoblar un determinado río resulta extremadamente complicado. Cada uno de los ríos contiene seguramente un genotipo (ecotipo) modelado por miles de años de adaptación a ese ecosistema particular, y es incluso posible que existan diversos genotipos en un mismo río, lo que complica todavía más la situación. Usar tan solo unas pocas líneas (seis) tal y como se pretende en Aragón, es una forma de simplificación irrealista y carente de base científica, que no contempla ni refleja la elevada variabilidad genética de la trucha común a escala inter e intrapoblacional. En resumen, para hacer correctamente las cosas precisaríamos mantener en las granjas una enorme cantidad de “stocks”, para cuyo manejo necesitaríamos una complicada infraestructura y muchísimo dinero, aún asumiendo el riesgo de poder cometer errores muy graves.

3- La generación de un “stock” adaptado a la cría en cautividad lleva asociados cambios genéticos (mutaciones) de la población original y una pérdida de su variabilidad genética. Además, con el manejo en cautividad se producen cambios involuntarios asociados a la adaptación a las particularidades del centro y la domesticación. Por ejemplo, a menudo se seleccionan como reproductores los ejemplares que crecen más rápido o son mas grandes y aquellos que se adaptan mejor al pienso compuesto que se les suministra, pero ¿son estas propiedades las que se deberían transmitir genéticamente a las futuras generaciones de trucha común en estado salvaje?. La pérdida de genes adaptativos (por ejemplo, aquellos que determinan la resistencia al estrés hídrico o térmico, a las crecidas, etc.) sería muy importante en estas líneas domesticadas, por lo que la potencial degradación genética producida por hibridación con las poblaciones naturales podría ser muy importante.

4- Finalmente, crear estos “stocks” de truchas autóctonas de granja nos conduciría a mantener las prácticas de repoblación para mantener los actuales niveles de sobre-explotación de las poblaciones naturales. Sin embargo, ¿por que no son autosostenibles las poblaciones de truchas en nuestros ríos?. Además de los múltiples problemas ambientales mencionados antes y que contribuyen sin duda al declive de la especie, la respuesta a dicha cuestión es muy simple: porque estamos explotando el recurso por encima de su capacidad productiva.  En consecuencia, las repoblaciones sólo contribuirían a mantener esta situación y agravarla, creando cada vez mas una mayor dependencia de la misma.


A diferencia de la caza (en la que todas las especies objeto de aprovechamiento son necesariamente abatidas), el ejercicio de la pesca no requiere necesariamente el sacrificio de los peces, por lo que estos pueden ser devueltos al agua tras su captura con muchas garantías de supervivencia (dependiendo del arte de pesca usado). Lee Wulf (uno de los pescadores conservacionistas mas famosos) mencionó con mucha sabiduría que la trucha es un pez demasiado bonito y escaso como para ser pescado tan sólo una única vez. De esta manera, la pesca de captura y suelta (también llamada pesca sin muerte) se convierte en la prácticamente única herramienta de gestión sostenible del recurso. De hecho, muchos países desarrollados han generalizado su práctica y están demostrando que los ríos sobre-explotados y muy degradados por la sobrepesca recuperan el equilibrio de sus poblaciones en tan solo unos pocos años. Por tanto, la estrategia más sencilla y adecuada de gestión y conservación de la trucha autóctona en España debería pasar necesariamente por la extensión y generalización de la pesca sin muerte. Además, las Administraciones involucradas deberían modificar radicalmente su estrategia de manera que todos los recursos (normalmente cuantiosos) destinados a proyectos de dudosa eficacia como los basados en la adaptación de truchas a la cría en cautividad y las repoblaciones, fuesen destinados a la conservación, restauración y mejora del hábitat.






2 comentarios:

  1. J. Miguel Seder Gasulla4 de febrero de 2011, 22:59

    A Chema Blasco le sobra razón por los cuatro costados, y poco hay que añadir a su valoración de la realidad truchera que nos rodea.Es tercer mundista, ó cuanto menos, propio de cavernícolas que las Admnistraciones, sobre todo la de Aragón, quieran seguir manteniendo éste sistema de gestión completamente agotado y fuera de lugar, ignorando la realidad física y científica expuesta por Chema Blasco de forma tan clara y rotunda. Sólo hay que ver a qué nos está llevando, al desastre y al aniquilamiento de la especie. Es ciertamente frustante que, quienes deberian arrojar luz a un tema tan delicado, como sensible, biológicamente hablando como éste,estén haciendo todo lo contrario, movidos sobre todo por beneficiar a un determinado estamento de pescadores,y olvidándose de que estamos hablando de la supervivencvia de una raza de pez emblemático, que deberia estar por encima de todo y de todos. Sin esperanza de vida para una determinada especie salvaje, de nada sirven cuantas medidas se tomen a posterori, siempre serán meros parches a un gran problema por solucionar, nunca la solución a ése problema.Hay que garantizar un futuro para la especie Salmo Trutta Fario, como primera medida a tomar, y cuando se recupere, tiempo habrá de dilucidar su adecuada gestión.Uno y otro pasan, ineludiblemente, por la pesca SIN MUERTE, mal que les pese a muchos, tal y como nos dice Chema Blasco. Otros paises lo vieron antes, tomaron sus medidas y...ahi están sus resultados. No hay otra verdad, los hechos. Es sólo que aqui en España, "No hay peores ciegos que los que no quieren ver". Asi nos vá.
    Un saludo muy cordial. Miguel Seder.

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  2. Os puedo recordar que muchos paraísos de la pesca a mosca que soñáis provienen 100% de REPOBLACIÓN!!!!...dejémonos de tantos genotipos como recodos tiene el río.....eso es ciencia ficción después de 50 años repoblando TODOS los ríos y haciendo traslocaciones de poblaciones. Evidentemente el futúro del río es y será la pesca sin muerte, pero eso conlleva educación-concienciación, ampliación de tramos sin muerte...años, y nunca,cerrar la totalidad de los ríos al arte de pesca tradicional. Queréis que de golpe y porrazo desterrar a los abuelos y a los niños de los ríos,ó encajarlos en los pantanos? La pesca TRADICIONAL creo que es fundamental como evolución de todo pescador, corcho(5 años), cebo corrido,cucharilla, mosquito, mosca(12-14 años). A mí me gusta mirar los blogs y páginas de pesca y en qué pocos se ven a los papás enseñar a sus hijos de seis años a pescar a mosca en un río...... Una "solución" para el presente creo que podría pasar por ayudar al río con la cría de alevin de las líneas más puras...no se crean "stocks" de nada, se cogen todos los años a las madres y se las hace desovar( como a las truchas y salmones en Asturias) eclosionan y poco después al agua.... Y la mejor medida conservacionista...DEJAR DE PESCAR. Supongo yo que habrá algún término medio que pueda contentarnos a todos???

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