La implantación de los AREC, una figura que no ayuda en nada a la protección de la trucha bajo ningún con concepto.
La mala gestión de los recursos piscícolas en Castilla y León abre el debate sobre los pormenores que tienen los ARECS sobre la protección de la trucha en la comunidad, lejos de ser una mejora en cuanto a la regulación de la pesca con muerte se refiere, este sistema puede ser muy perjudicial sin necesidad de que el pescador actúe de mala fe, ya que las propias normas del AREC son un despropósito para su fin inicial.
La posibilidad de sacrificar un determinado número de truchas y seguir con la jornada de pesca es claramente un problema a estudiar por las siguientes cuestiones:
Un pescador puede continuar pescando después de haber sacado el cupo, pero... ¿que pasará si tras tener ya el cupo, saca una trucha de mayor tamaño?¿soltara esa trucha o tirará una de las que ya tenia pescadas de menor tamaño? Todos sabemos que la mayoria de los pescadores con muerte su mayor ego es exhibir sus capturas y dan mucha importancia al tamaño de las mismas.
A esto hay que sumarle que la acción de pesca con aparejos provistos con muerte ya supone un error muy grande, ya que las truchas de menor medida pescadas con estos aparejos sufren mucho y esto puede suponer un alto indice de mortalidad entre las más pequeñas, ya que una trucha pequeña pescada con una cucharilla de tres arpones tiene muchas probabilidades de morir tras su suelta.
A esto hay que añadirle el trato y la manera de manipular el pez, ya que no todas las maneras de soltar un pez son las correctas pudiendo causar danos irreparables en sus organos vitales.
(vease Pesca del buen rollo)
Por lo tanto ¿cuantas truchas se lleva por delante un pescador que saque el cupo y haya pescado 6-8 truchas que no daban la medida?
La satisfacción de soltar una trucha solo es equiparables a la de volverla a pescar otra vez.
Un saludo.
La mala gestión de los recursos piscícolas en Castilla y León abre el debate sobre los pormenores que tienen los ARECS sobre la protección de la trucha en la comunidad, lejos de ser una mejora en cuanto a la regulación de la pesca con muerte se refiere, este sistema puede ser muy perjudicial sin necesidad de que el pescador actúe de mala fe, ya que las propias normas del AREC son un despropósito para su fin inicial.La posibilidad de sacrificar un determinado número de truchas y seguir con la jornada de pesca es claramente un problema a estudiar por las siguientes cuestiones:
Un pescador puede continuar pescando después de haber sacado el cupo, pero... ¿que pasará si tras tener ya el cupo, saca una trucha de mayor tamaño?¿soltara esa trucha o tirará una de las que ya tenia pescadas de menor tamaño? Todos sabemos que la mayoria de los pescadores con muerte su mayor ego es exhibir sus capturas y dan mucha importancia al tamaño de las mismas.
A esto hay que sumarle que la acción de pesca con aparejos provistos con muerte ya supone un error muy grande, ya que las truchas de menor medida pescadas con estos aparejos sufren mucho y esto puede suponer un alto indice de mortalidad entre las más pequeñas, ya que una trucha pequeña pescada con una cucharilla de tres arpones tiene muchas probabilidades de morir tras su suelta.
A esto hay que añadirle el trato y la manera de manipular el pez, ya que no todas las maneras de soltar un pez son las correctas pudiendo causar danos irreparables en sus organos vitales.
(vease Pesca del buen rollo)
La satisfacción de soltar una trucha solo es equiparables a la de volverla a pescar otra vez.
Un saludo.
